Un árbol artificial que absorbe el carbono como todo un bosque

Biourban es llamado el dispositivo con forma de antena que tiene la capacidad de absorber los gases de efecto invernadero por medio de un filtro elaborado de microalgas. Las soluciones fundamentadas en la naturaleza y lo, avance de la tecnología se asocian para luchar contra la contaminación atmosférica.

Hasta este 2022, el mundo no se ha descarbonizado del todo (en expresiones absolutas), esto aparenta que, más temprano que tarde, se deberá redoblar los esfuerzos que frenen que la temperatura general del planeta se eleve por arriba de los 1.5 °C en este mismo siglo, con respecto a los grados preindustriales, la meta impresa en el Acuerdo de París.

La labor tiene que iniciar hoy mismo, según concuerdan los científicos, en cambio, climático, gracias a que la disminución de emisiones que se origine de aquí al año 2030 dependerá de la posibilidad de aproximarse al objetivo para crear la neutralidad en carbono para el año 2050. De ahí la motivación que parecen haber recaudado las soluciones fundamentadas en la naturaleza y las investigaciones tecnológicas que ayuden a disminuir el CO₂ presente en la atmósfera, en esta fase de la batalla contra el calentamiento global.

«Se trata de copiar y potenciar lo que hacen los bosques por naturaleza, las marismas, los lagos y los prados submarinos»

En efecto, esta nueva misión se basa en la captura de carbono, es una de las importantes herramientas de las que ya se cuenta, porque la naturaleza nos ha mostrado que los ecosistemas saludables absorben CO₂ y permitiendo la regeneración de lo que conocemos como la biodiversidad ofreciendo excelentes resultados.

Nuevos avance para limpiar el aire

La idea es imitar y potenciar un árbol artificial que cumpla las mismas funciones de uno natural.

Justificadamente, en este recorrido se inscribe una invención tecnológica que ajusta un diseño tecnológico y la fotosíntesis: el Biourban, un tipo de árbol artificial de potencia reproducida por la función de microalgas.

Este novedoso dispositivo que surgió de la imaginación de Carlos Monroy, un inventor mexicano que es biólogo y especializado en algas, ha desarrollado un sistema que captura el carbono de diferentes entornos, a través de una planta industrial que se encarga de la producción de cerveza.

Fotosíntesis por medio de una antena urbana

“El Biourban tiene la capacidad de absorber de 40 y 60 toneladas de dióxido de carbono (CO₂) cada año”, cerciora Ana Karen, CEO de Climate Trade. “Desde el año 2017 se han ido instalando en carreteras muy concurridas y centros universitarios mexicanos, lo que nos ayuda a confirmar que se han demostrado los datos con los que se refería previamente”.

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