Los perros no tienen la capacidad de oler el miedo, porque este tipo de emoción no tiene algún tipo de olor, pero los perros sí olfatean la reacción del cuerpo humano cuando tenemos miedo. Es decir, que cuando sentimos miedo, lo mismo sucede cuando estamos estresados, nerviosos, alegres o triste, nuestro cuerpo produce una serie de hormonas que son liberadas a través del sudor, los poros y la orina de nuestro cuerpo que sí pueden oler, y son estas hormonas las que los perros pueden detectar; mejor dicho, el olor que emana.
No es algo que suceda solo cuando estamos asustados o nerviosos. Las mujeres embarazadas igualmente tienen hormonas en sangre que se excreta por medio del olor del cuerpo. Igual que el desconsuelo o el nerviosismo, que hace que genere más adrenalina y es la adrenalina la que el perro siente con su olfato.
El miedo no se puede oler, pero la adrenalina producida sí
En realidad no es verdad que los caninos se pongan agresivos cuando una persona tiene miedo de ellos. Es importante recordar que el miedo solo no tiene olor, pero la adrenalina producida, si en especial cuando el cuerpo humano está alerta en una situación que nos amedrenta o nos estresa, esa sí y logra provocar diferentes reacciones. Debido a que no solo se trata del olor, debido a que en la mayoría de los casos a las hormonas se añaden al cambio en la voz, un movimiento o una conducta que igualmente expresa, nerviosismo y temor. Y segundo, porque el animal igualmente puede asustarse o fatigaré si por medio de esas expresiones se siente amenazado.
Por lo tanto, si detecta que nuestra conducta errática y nuestro olor en ese instante pueden confluir en una actitud no debida hacia él. Y es en ese momento cuando puede ponerse muy agresivo, al gruñir o ladrar para avisar de que no nos aproximemos o como mecanismo de defenderse de esa violencia que solo él detecta.
Imaginemos que nos topemos con una persona que tiene una conducta de forma errática, actúa con violencia, por miedo (con acciones agresivas, rápidas), que corre. Lo más normal como personas es que tengamos miedo porque no sabemos el motivo y nos sintamos amenazados. Pues en los perros les sucede lo mismo en este tipo de situaciones.
Lo más aconsejable en estos casos, cuando un perro está delante de nosotros y sentimos temor, debemos estar tranquilos, movernos con calma y muy despacio, nunca salga corriendo ni lo mire a la cara.
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