Crédito de CO₂, un término que ha dado mucho de qué hablar

Tras el fuerte cambio climático, muchas agencias han prestado su apoyo para revertir este cambio que ha dañado al mundo, por eso la creación de DO Black, una tarjeta de crédito que viene con un límite integrado de CO₂, el cual hará que su tarjeta deje de funcionar cuando acabe el Crédito de CO₂. Son muchos los países encargados de este nuevo sistema, pero en Suecia es una de las naciones del mundo con poco dinero en efectivo que esté en circulación. La gran mayoría de sus habitantes usan la tarjeta de débito o crédito para pagar cualquier factura y muchos establecimientos no aceptan billetes ni mucho menos monedas. No es de raro que este sea un país donde tuviera origen Doconomy, una fintech desarrollada en el 2018 con un propósito simple, pero profundo: afrontar el cambio climático trastornando nuestra relación monetaria desde el sector digital.

Nuevas tarjetas de crédito sostenibles

Las decisiones de Doconomy asocian los gastos con conocimiento ecológico con las famosas tarjetas de crédito sostenibles. Iniciando con un servicio de banca digital DO, siendo esta un tipo de aplicación gratuita DO que está interrelacionada a una tarjeta de crédito donde el titular de la tarjeta mide la huella de carbono que deja cada compra y remediar su impacto diario.

Los usuarios logran indemnizar la huella de sus compras con acciones cotidianas y además están invitados a indemnizar sus emisiones de gases que terminan en el efecto invernadero por medio de programas que desempeñen los criterios de proyectos ecológicos legalizados por la ONU. Los diseños de indemnización de carbono legalizados por la ONU permiten a los compradores invertir en programas ambientales a nivel mundial para remediar su huella de carbono. Estos programas se desarrollan para minimizar las emisiones futuras y, frecuentemente, se encuentran activos en países en desarrollo.

Doconomy ha dejado una huella más radical

Asimismo de la aplicación móvil, los consumidores pueden pedir una tarjeta DO Mastercard ecológica elaborada con PLA. Aunque Doconomy ha dejado una huella más radical. Ha desarrollado la tarjeta DO Black, considerada como la primera tarjeta de crédito integrada con un límite de carbono, que implanta un máximo de su huella para el uso mensual o anual. En otros términos, evita que gastes de más con relación al nivel de emisiones de dióxido de carbono producidas por tu consumo y no te permitirá realizar comprar una vez que hayas conseguido la cuota máxima de carbono.

Este límite se ajusta a la meta limitada en el marco del convenio de París, donde establece una temperatura de 1,5 °C, y un límite máximo de 2 °C. En Suecia, el usuario medio es responsable de generar 19 toneladas de emisiones de CO₂ cada año por sus compras. El límite cada mes de la tarjeta de crédito de CO₂ es de 791,5 kg de CO₂ (cerca de 9,5 toneladas anuales).

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