Después del Festival Flora, en Córdoba, y sus predicciones para el arte elaborado con flores, donde el cuidado ambiental, es presentado por la belleza natural, a pesar de la inflación y las dificultades climáticas, este evento se llevó a cabo.
A pesar de que el combustible y los alimentos se han puesto costosos; igualmente las flores registraron un incremento del 30% en la última conmemoración de Todos los Santos, con relación a los costos del mes de noviembre del 2021.
Las flores que, aparte de ser el único tributo para los seres queridos, pasaron a ser objeto de exposiciones y muestras internacionales, actualmente se están convirtiendo en un formato artístico de estilo contemporáneo que motiva a diseñadores y escultores que exceden ampliamente las expectativas de un público usual a un cuidado jardín, al admirable diseño de un ramo floral. Creando incógnitas por la sostenibilidad floral como arte, del que últimamente hemos tenido noticias desde la ciudad de Córdoba, gracias al Festival Flora.
Mundo más sostenible
Durante la presentación, María Eugenia Diego, la arquitecta zamorana cuyo nombre artístico es definido en Kokon, da a conocer sus esfuerzos para crear un mundo más sostenible a través de una obra realizada con material vegetal. Explicaba Diego que prefería hacer uso de flores y plantas de zonas más cercanas, en vez de importarlas, que no usaba esponjas de material sintético para conservar la humedad de los tallos divididos del mismo modo como lo hizo en presentaciones pasadas que cuenta con un espacio de su gratificada obra Ovidio, del Palacio de Orive.
El segundo galardón de Flora escogido bajo votación del jurado compuesto por Álvaro Perdices, Julius Vaernes Iversen y Ángela Molina Climent se otorgó a El camino por medio del camino de Cordero Atelier, que administra Sara Uriarte. En este punto la instalación, ubicada en el patio del Palacio de Viana, se encontraba embellecida con plantas, flores, y delicados hongos. Para los artistas, la estructura de los hongos con forma de una raíz “restablece la vida y permite que el medio ambiente viva por siempre”.
Uriarte está de acuerdo que los creadores deben concienciar acerca del imperio de la vida, a través de eventos frágiles e individuales, pero con la energía invencible del colectivo; en este caso, el medio ambiente que, por medio de interconexiones, crea el ciclo completo de la preexistencia en la naturaleza.