Gracias a las nuevas tecnologías se logra realizar diagnósticos, restituciones, sustituciones e inclusive implantaciones en las instalaciones sepultadas sin necesidad de cavar una zanja. Estas nuevas alternativas se han hecho presente como soluciones medioambientalmente comprometidas y las compañías del agua ya son fundadoras en su uso a lo largo del territorio español.
La reparación sin zanja ayuda a proteger los cascos históricos, como la ciudad de Granada
Todo nativo de ciudades imagina con vivir en una ciudad donde no haya jamás zanjas que causen disrupción y ruido a su vida diaria. La razón es que este hecho ya es posible debido a la tecnología. En España es conocida como la tecnología sin zanja (TSZ) la cual es una serie de técnicas que permiten la instalación y restitución de sistemas activos enterrados sin tener que excavar o hacerlo de la manera más mínima posible. Estos procesos se pueden usar en activos como tuberías de agua, alcantarilla y gas, igualmente para los sistemas del cableado eléctrico y de telecomunicaciones. Gracias a que estas tecnologías permiten que la limitación en el área sea mínima, ofrecen beneficios significativos al ambiente, centros históricos y la comunidad.
Existe una gran cantidad de servicios enterrados, por lo que los métodos sin zanja permiten instalar o reparar nuevos servicios sin tener que abrir una zanja. Lo que minimiza considerablemente el posible peligro de afectar a las instalaciones convivientes y las molestias que pueden generar la ciudadanía, dice el director de la Asociación Ibérica de Tecnología Sin Zanja, Juan García.
Este método tuvo su inicio a finales del siglo XIX, pero los nuevos avances tecnológicos en esta técnica se consiguieron en la década de los 70. Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, y Japón han sido históricamente los grandes promotores de este tipo de tecnologías. En Reino Unido, lo popularizó sobre todo para suplantar o reparar la red de agua subterránea que era de la época victoriana.
Para zonas como Alemania, Japón y Países Bajos, esta técnica ha servido principalmente para resolver inconvenientes en las zonas urbanas, especialmente en la red de distribución hídrica y de higiene.
El IBSTT, actual en España, tuvo su inicio en 1995 con el propósito de promover y propagar los conocimientos precisos para utilizar los procesos sin zanja en Portugal y España. Lo mejor de este trabajo tiene como objetivo inducir estas alternativas para conseguir que en la Península su empleo sea lo menos perjudicial posible.
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