BluEbro es el nombre que lleva la actividad generada por el deporte, pero, en especial, sobre la necesidad de dar a conocer al mundo los impactos del humano a un espacio tan frágil e importante como lo es río Ebro, fuente de suministro.
Toda persona que desee aventurarse a este recorrido las orillas del Ebro está a su disposición para recorrer 40 kilómetros río abajo en kayak.
Aunque el reto que ha representado el BluEbro es llevado a cabo en 22 días, la cual exige a sus participantes repetir la misma rutina. El objetivo principal de esta aventura grupal es completar los grandiosos 930 kilómetros que mide el Ebro desde su origen en Fontibre (Cantabria) hasta su exclusivo delta en el Mediterráneo.
Aunque para algunas personas este descenso integral sobre el río Ebro es una gestión de sincronización lista de hazañas, donde los protagonistas especializados son lo que han superado este reto. Con ella no solo han conseguido poner al límite sus condiciones físicas, sino que han mostrado la fragilidad de algo tan significativo como la fuerza del agua.
Un gran reto
La acción de Bluebro se llevó a cabo desde agosto a septiembre. Durante ese período, los integrantes descendieron un 90% del Ebro.
Por lo tanto, el agua es el motor que activa al mundo, es la columna de todos los elementos de los ecosistemas que requiere para prosperar, por lo que es un componente que da vida a este espacio y que lo define como: un planeta azul.
A pesar de su valor, Albert Bosch, vocero ambiental y uno que conformaba el grupo, ha atrevido a superar el reto, indicando que el humano ha podido relacionarse con el agua desde tiempo primitivos y es uno de los recursos vitales para el mundo que puede ser explotado a libertad propia. Esta idea nos ha llevado a contaminar este valioso recurso natural hasta un límite jamás visto en la historia.
Considerando que esta actividad es un juego para dar a conocer lo importante que es el agua, por lo que el río Ebro es simplemente una víctima más de todos esos desproporciones. En este caso, alcanzando un punto en el que inclusive muchas personas viven sin darse cuenta, pasando de ser un socio como antaño desconocido proveedor de agua, expone el divulgador.
Este hecho se ha convertido en una aventura por la sostenibilidad para el río que ha prestado BluEbro la necesidad de manifestar todos esos inconvenientes que sufre el cauce por medio de una acción eficaz en la que se ha gestionado construir de actuales lazos perdidos entre el agua, río y el humano.
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