Encalladuras de cetáceos en Chile, una tragedia que no termina

Una ardua investigación revela las causas más usuales de encalladura de cetáceos en los últimos 50 años en Chile, ha sido un inconveniente que no ha terminado de incrementar y que exige del apoyo de todos para resolver el problema.

Ballena jorobada encallada en una costa chilena

Durante el año 2015, cerca de 350 ballenas sei fueron halladas muertas en el Golfo de Penas, específicamente en la Región de Aysén, al sur de Chile. Un hecho extraño que durante meses asombró al mundo científico, donde muchos expertos fueron a la zona para analizar las causas de este fenómeno tan grande, creando una alarma ante las encalladuras de cetáceos que se han ido volviendo más frecuentes a lo largo de las playas del país.

Durante, las investigaciones indicaron que la causa posible de estas muertes fue un estallido de la marea roja relacionada con la contaminación y al cambio climático. Después de 7 años luego de este episodio, aún no se tiene una certeza de que la causa haya sido verdaderamente esa, lo que demuestra la escasez de información para este tipo de fenómenos que, por la topografía chilena, debieran estar generosamente documentados.

Esta falta de información y el indudable interés por conocer de forma más profunda los diferentes episodios de encalladuras registrados en Chile, causó a un grupo de científicos a realizar un análisis que estudio los patrones espacio temporales de las encalladuras de cetáceos en el país, entre 1968 y 2020. Es decir, un intervalo de 50 años en que lograron constatar un alza de encalladuras, sobre todo en los últimos diez años.

Pero en este vía investigativo, donde dieron apertura a otros temas correspondidos, lograron definir igualmente que las zonas donde estos acontecimientos se han vuelto más repetidos, las causas más frecuentes de estos episodios y el tipo de especie que tienen más mortalidad y riesgo de encalladura.

Los vigilantes del mar

Cerca de siete años científicos y expertos en la rama estuvieron frente a este estudio recopilando y estableciendo datos, ejecutando necropsias en sitios donde hallaban especies encalladas y además especificando nuevas líneas investigativas, que se verán a medida que avanzaban en su estudio.

El doctor en Medicina Mario Alvarado, e integrante del centro de Conservación e investigación para la Sustentabilidad, parte de la Universidad Andrés Bello y escritor principal de la investigación publicada en Nature, específica la importancia de estudiar la encalladura de estos géneros.

Y es debido a que los cetáceos son vigilantes que ceden información, por ejemplo, de cómo se encuentra el ambiente.

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