En conformidad con la adopción de los VE, es preciso acelerar la producción de infraestructura de recarga para impedir que se convierta en un posible obstáculo y limite la aceptación de los autos eléctricos por parte de los compradores. La elaboración de una infraestructura de recarga combinada con el parque de autos eléctricos será fundamental en la próxima década.
Aunque la primera generación de consumidores de autos eléctricos dependía, especialmente, de la recarga privada, se estima que en 2020, cerca del 80 por ciento de los consumidores de automóviles eléctricos en Europa cuentan con acceso a la recarga privada, cerca de la próxima generación obedecerá de la recarga pública.
Cerca del 50 por ciento de los residentes europeos habitaban viviendas multifamiliares sin tener acceso a cargadores de autos privados, y los cargadores públicos son todo un inconveniente para los viajes de larga distancia, que los futuros consumidores de VE siguen pensando la fuente de recarga como una preocupación principal.
Por lo tanto, los procesos normativos para instalar cargadores en las casas privadas requieren una reducción, y la capacidad de elaboración de wall boxes debe incrementar. El incremento de la producción y la reducción de la normativa (en procesos de reducción de los plazos de permisión y construcción) igualmente son precisos para los cargadores públicos, asimismo de la creación de una cobertura fundamentada en la demanda.
Nuevas zonas de recarga
Se considera que la industria requiere de una instalación de más de 15,000 cargadores semanales para 2030 en parte de la Unión Europea. Es preciso simplificar la regla para suministrar la ubicación de los cargadores, debido a que en la actualidad consigue llevar hasta tres años encontrar la aprobación para la creación de redes eléctricas para una estación de carga de autos eléctricos. Por lo que avalar la cobertura de la recarga pública en toda la Unión Europea es fundamental para impedir que los cargadores se sitúen solo espacios rentables.
Los automóviles eléctricos se encuentran preparados para almacenar un volumen del 5 por ciento frente a la demanda de electricidad en toda la región de Europa para el 2030. Será importante minimizar la carga durante las fases con mayor demanda por medio de carga gestionada, vigilando el tiempo, la duración y la energía del “coche a red eléctrica” como componente facilitador.
En un espacio con dispositivos de carga apropiadamente gestionados, así como con estímulos para recargar durante las horas no pico, se atenuara gran parte del impacto de los consumidores en la red eléctrica.
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