Fenómenos, el Niño o la Niña

Es común escuchar la presencia de fenómenos el Niño o una Niña, un evento natural que se manifiesta a una serie de procedimientos físicos que tiene como función una retroalimentan entre sí, funcionando como un síntoma entre el océano, la atmósfera y otras variantes presentes en las masas de agua, como por ejemplo la Oscilación del Atlántico Norte.

El fenómeno El Niño, encontramos vientos alisios, un tipo de viento que viaja de las zonas subtropicales a la línea del ecuador y de este al oeste que, cuando tienen contacto con el efecto Coriolis, minimiza su capacidad. Por lo tanto, los vientos “empujan” las masas de agua del Pacífico que viajan del oriente hacia Asia, y contar con una fuerza menor es incapaz de mover el agua, terminando estancadas, volviéndose más cálida.

El agua, al permanecer más caliente, ayuda en los movimientos convectivos y la evaporación sobre esta zona, lo que indica que se harán presentes más lluvias. En cambio, en Asia sucederá todo lo contrario: la temperatura del agua baja y sutilmente y minimiza la posibilidad de lluvia.

Gracias a que los vientos superficiales son débiles, lo que minimiza los movimientos de agua helada desde lo más hondo del océano, este hecho genera una retroalimentan El Niño, y la elevación del nivel del mar baja en el Pacífico occidental.

Son eventos naturales opuestos

En cambio, cuando estamos ante la presencia de La Niña ocurre un evento completamente opuesto. Habitualmente el Pacífico oriental es de temperatura más baja que la occidental, llegando a un estado neutro, aunque en la Niña este declive se vuelve intenso progresivamente, generando que las masas de aguas próximas a Asia sean más calientes y de esta forma generen los movimientos de convección.

A la misma vez, los vientos alisios se hacen más fuertes, desplazando agua caliente superficial en todo el océano Pacífico oriental con dirección a Asía, dejando partes para que el agua profunda y de baja temperatura próxima a América se deslice a la superficie. Esta consecutivamente se trasladará hacia occidente, alimentando al fenómeno de La Niña.

La terminación de un fenómeno siempre dependerá de diferentes factores, como la velocidad y cambios de los vientos generada por otras oscilaciones, presiones y temperaturas variadas. Sin embargo, regularmente son el mismo fenómeno del Niño y Niña quienes dan inicio a su destrucción al dar inicio a un procedimiento que a la larga se regresa insostenible, como indica la NOAA, exactamente por las variables existentes en el mundo.

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