Con el petróleo a un precio tan elevado posiblemente a los 200$, nace la necesidad de encontrar nuevas soluciones energéticas que nos libere de la atadura del oro negro. Desde hace unas décadas se dio a conocer que diferentes tipos de algas tienen la capacidad de producir hidrógeno sin oxígeno en el agua.
Aunque es evidente que a partir del agua y a través del electrolisis, se obtiene hidrógeno y oxígeno, aunque para ello es preciso aportar una significativa cantidad de energía en como electricidad.
Pero diferentes equipos de biólogos y científicos, algunos integrantes de la Universidad de Ginebra, otros en la famosa Berkeley y de la universidad de Illinois, se esfuerzan por lograr poner en acción granjas de producción de hidrógeno por medio de billones de algas microscópicas las cuales apreciaran una producción del gas de combustión más limpio y eficaz; El hidrógeno, como sabemos que en su combustión se mezcla con el oxígeno del aire para dar naturalmente calor y agua. El ciclo es perfecto para este nuevo proyecto.
Han estudiado las células del alga
Uno de estos grupos ha hecho estudiado las células del alga «Chlamydomonas reinhardtii» que a través del uso de cobre dentro de sus células aportadas para bloquear la producción de oxígeno, logra conseguir un ciclo de obtención de hidrógeno. Para que las algas generen hidrógeno, se necesita de la luz solar y permanecer en un medio sin oxígeno (anaeróbico) para impedir la toxicidad del oxígeno a la encima que es encargada de la generación del hidrógeno. El alga simplifica la encima «hidrogenasa» la cual será la encargada de generar hidrógeno al mezclarse con electrones que provienen de la fotosíntesis.
El Doctor Rochaix dio a conocer el reto final de obtener bioreactores capaces de generar grandes cantidades de gas. El grupo americano pretende por su parte integrar genéticamente la hidrogenasa a una de las proteínas encargadas de la fotosíntesis, lo que llevaría a rendimientos de la producción del hidrógeno.
Por otro lado, el Doctor Melis, que forma parte de la universidad de Berkeley, ha logrado «diseñar» un alga que posee la densidad de clorofila, siendo esta más transparente. Permitiendo que la luz solar consiga penetrar fácilmente en la masa de algas sin que sea interrumpida por la capa en la superficie, lo que lleva a una alta producción de hidrógeno en las algas.
El cambio genético del alga proviene la densidad de clorofila que se calculó en 600 a 300 en los cloroplastos, considerando que el órgano de la célula es la parte donde da lugar a la fotosíntesis.
Dejar una respuesta