El gobierno de la ciudad neoyorquina de Ithaca ha acudido a un capital de inversión privado para descarbonizar a cientos de edificios residenciales y hasta comerciales, un hecho exitoso de contribución entre actores y grandes empresarios que podría ser el mejor ejemplo para otras localidades cuyo presupuesto no alcanza para conseguir la adaptación climática.
A pesar de su realidad en la cosmopolita Nueva York, uno de los estados motrices de Estados Unidos está haciendo referencia al fabuloso lugar de Ulises en La Odisea, la ciudad estadounidense de Ithaca que para muchos no llamar la atención. Además, desde hace varios años ha mantenido el número de habitantes con apenas 30.000 personas, esta urbe ubicada a bordes del lago Cayuga es principalmente conocida por hospedar la Universidad Cornell, fundación académica de la famosa Ivy League, donde alberga alrededor de 20.000 estudiantes y se ubica en el centro social y cultural de la ciudad de Ithaca.
Neoyorkinos desean una ciudad más sostenible
Aunque el empeño de su gobierno ha llevado a este territorio ser rechazado por las metrópolis más desarrolladas del estado neoyorkino en cuanto a sostenibilidad, actualmente cuenta con un modelo de evolución y descarbonización de inmuebles fundamentado en la asistencia pública y privada que está indemnizando el insuficiente sustento económico de la administración local con inversionistas de otras partes de Estados Unidos y podría funcionar como ejemplo para otras ciudades similares.
Todo inicio en el 2019, cuando el demócrata Svante Myrick alcalde de la ciudad, tomo la decisión que su localidad debía ser sometida a un papel de liderazgo para luchar contra el cambio climático y copiar a otras grandes ciudades que han usado la sostenibilidad para ayudar al mundo.
Por tal motivo, el gobierno acogió un Green New Deal en el que se especificaba su apuesta por una inestabilidad más sostenible, mejores lugares verdes y un comercio que aproveche la agricultura de sus mismas tierras, objetivos que son parte de la habilidad de futuro de muchas otras ciudades importantes en economía. Aunque la parte más deseosa del plan no eran los parques, sino descarbonizar a miles de inmuebles comerciales y residencias privada en toda la localidad.
Por lo tanto, la renovación de las construcciones se basa en el objetivo climático de Ithaca, que pasa por excluir o indemnizar todas sus emisiones de carbono en un proyecto que se extiende hasta el 2030. El punto de vista en la modernización de los inmuebles no es inopinado: según algunos estudios, los inmuebles forman casi el 40% de la producción de carbono de E.E.U.U. por lo que la instalación de métodos de calefacción eléctrica a métodos usados con paneles solares y baterías de reciclaje es una de sus opciones para reducción el uso de energía.