Ginebra, una ciudad suiza cuenta hasta el momento con 370.000 personas, es popular por hospedar el centro de organizaciones internacionales, pero igualmente ha dado a conocer por sus estrategias de desarrollo urbano razonable y la promoción de la multilateralidad.
Después de un siglo, Ginebra se ha presumido de ser una de las capitales de la multilateralidad. Debido a su popularidad neutralidad suiza, en la época de 1863 fundó la auténtica Cruz Roja, un hito que benefició que en los inicios del siglo XX, llegara con nueva organizaciones internacionales que aún subsisten en esta época, se prefiriera Ginebra como sitio de diferentes sedes. Sin embargo, el basculamiento al Atlántico del ingenio luego de la II Guerra Mundial llevo a la extinta Sociedad de Naciones a E.E.U.U. donde se integró a la ONU, la ciudad suiza ha escondido gran parte de su encanto internacional.
Ginebra, una ciudad muy participativa
Por lo tanto, Ginebra hospeda aún 36 organizaciones internacionales que es parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), asimismo cuenta con 700 ONG y 179 gestiones diplomáticas. De este modo, es también la sede más importante del mundo para debates internacionales y un sitio clave para los diálogos de paz. Según para el año 2019, alrededor de 34.000 personas (26.645 oficiales y trabajadores públicos, 4.203 con gestiones diplomáticas y 3.109 trabajadores de ONG) laboran en la Ginebra internacional.
Desde alrededor de una década, el concejo de esta ciudad suiza ha ido induciendo cada vez más la pendiente sostenible de la localidad, aprovechando su localización cerca a bellos Alpes y el magno lago Lemán. Con hermosos bosques, la ciudad de Ginebra era ya popular por sus parques, que cubre alrededor de 20% del territorio. Pero la dirección ha deseado ir más allá de un entorno más verde para entrar a un urbanismo sostenible, con una destreza bien reducida en tema de energía o construcción que ya está consiguiendo sus frutos.
Debido a una política energética, Ginebra ha ido realizando gestiones tangibles como el sustento a las cambiables o la rehabilitación de inmuebles poco eficaz, con el propósito de reducir la subordinación de los combustibles fósiles e incrementar la intervención de la energía solar y la energía geotérmica. Considerando que desde el 2010 y 2017, el consumo de energía de los inmobiliarios de la localidad bajo cerca de un 10% en emisiones de CO₂ minimizando en un 30%, gracias a la instalación prolongada de paneles fotovoltaicos en los inmuebles públicos de la localidad.
Igualmente, el consumo energético por cada persona en Ginebra bajo de un 6.868 kWh en 2009 a un consumo de 5.191 kWh en 2017, indicando una disminución del 25%. Cantidad que señala el arduo camino hacia el objetivo de conseguir una ciudad 100% renovables para el año 2050.
Dejar una respuesta