Se estima que una cianobacteria, cuerpos capaces de causar toxinas que contaminan la fauna marina y terrestre de forma letal, fue el origen de la repentina muerte de 300 elefantes que hizo activar las alarmas en Botsuana durante este año.
Misterio decidido. No se fundamentaba que eran cazadores furtivos quien la implemento, ni una nueva enfermedad rara, ni una neurotoxina actual. El culpable del fallecimiento de unos 300 elefantes activo las alarmas por parte del Gobierno de Botsuana durante este año y tras estudios e investigaciones diarias se dedujo que fue una cianobacteria, un tipo de organismo unicelulare que poseen la capacidad de realizar el proceso de la fotosíntesis, emergen en el agua y son aptos de generar toxinas que envenenan a la fauna marina y terrestre.
Causa aclarada tras una larga investigación
La causa final de la muerte de los elefantes se ha definitivo tras meses de experimentos científicos llevados a cabo por el Ejecutivo de la nación meridional africana, popular por hospedar la mayor colonia de paquidermos a nivel mundial.
Finalmente, la cantidad de paquidermos muertos a raíz de las cianobacterias sumó a unos 330, según ha explicado el subdirector del Departamento de Fauna Salvaje de Botsuana, Cyril Taolo a través de una entrevista de prensa televisada. Aunque la causa de las muertes masivas y repentinas, que habían asustado tanto al Gobierno botsuano como a expertos y conservacionistas, han dejado interrogantes sobre el acontecimiento.
Considerando que aún existe muchas preguntas sin respuestas, incluyendo por qué únicamente las especies de los paquidermos se vio afectada, gracias a que la zona involucrada y qué logro desencadenar todos estos fuertes cambios presentados en la zona. Se dedujeron diferentes hipótesis que están en investigación, ha señalado el veterinario jefe del Departamento, Mmadi Reuben.
Este experto igualmente ha indicado que se ha probado que las muertes concluyeron en el tiempo en la que se secaban las charcas de agua en la zona afectada, específicamente en la localidad de Seronga (norte). Por lo que se va a monitorizar la situación y crear ciertos protocolos para evitar más fallecimientos en las siguientes temporadas.
Las alarmas tras el fallecimiento de los paquidermos botsuanos iniciaron desde mayo, cuando se hallaron cadáveres de diferentes elefantes en la zona del Delta del Okavango, y los investigadores no pudieron suponer una causa del fallecimiento a simple vista. Tras fuertes pruebas y exploraciones descubrieron cerca de 300 elefantes muertos de forma similar condiciones iniciales, con signos de daños neurológicos súbitos. Lo extraño es que ninguna otra especie se vio afectada, ni los carroñeros que se alimentaron de los mamíferos muertos como buitres o hienas.
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