Como definen los expertos, Bilbao desea ser una de las ciudades más verdes del mundo, los habitantes han notado que la ciudad se había creado solo para y por la industria en vez de una nación protectora para el medio ambiente, por tal motivo, era preciso iniciar un procedimiento de reconversión para que la localidad lograra adaptarse al nuevo argumento que está viviendo.
Ese procedimiento se formó terminando la década de los 80 socorridos bajo el paraguas de la despótica necesidad de cambio, tuvo el propósito de ir un paso más allá de los problemas financieros y sociales de ese tiempo, y manteniendo solo dos ejes principales: para el rediseño urbanístico y la reparación ambiental.
El metro se fundó pensando en los ciudadanos y con un diseño atrevido conforme con el nuevo Bilbao.
La obra del metro fue uno de los modelos del primer eje. Bilbao no era más que una mezcla de calles dispuestas para los automóviles que requerían desplazarse y estacionarse para finiquitar su trayecto.
Medio de transporte no aceptado
Aquella perspectiva tenía que ser excluido y, por tal motivo, se programó la obra de otro tipo de movilidad donde el metro estuviera frente al desarrollo, del mismo modo sucedía en Madrid o Barcelona, y con el que se lograran conectar los demás distritos que conforman lo que se conoce como la zona metropolitana de Bilbao.
Tras un convenio del presupuesto y del programa que en un principio uso cerca de siete líneas, para el año 1988 se dio el disparo de salida, frente a fuertes críticas por parte de otros sectores del transporte que catalogaron al metro como una amenaza de transformación.
Sin embargo, las críticas fueron evolucionando en éxito, luego de año de apuesta en servicio, la cantidad de viajeros se reprodujo y fácilmente se triplicó el año siguiente, lo que originó una modificación las prácticas de movilidad en espacios servidos, con una deducción neta del uso del automóvil privado.
Cambio en las costumbres en el medio de transporte
Los ecos de este éxito resultaron casi de forma inmediata en el área debido al cambiar las costumbres en el medio de transporte, la ciudad consiguió modificar priorizando zonas peatonales, verdes o que deseaban apostasen por un medio de transporte más sostenible, como lo es el tranvía.
El nuevo punto se ganó en el área que apoyó la aparición de una modernizada edificación vanguardista que, igualmente para velar por el bienestar de los pobladores, sentando las bases del nuevo medio de desarrollo fundamentado en el sector terciario.
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