Kherann Yao es un experto y optimista por el medio ambiente residenciado en Costa de Marfil, este joven ilusionista ha ofrecido a su país natal un proyecto donde se crean ladrillos de plástico reciclado para construir escuelas.
El cambio positivo apreciado por las comunidades y su perseverante labor de concienciación le ha otorgado grandes reconocimientos por parte de la Unicef, convirtiéndolo en el embajador de diferentes proyectos de desarrollo tanto en su nación como en toda África.
De botella de plástico a escuelas
El programa de Unicef, donde es partícipe Yao llevo a Costa de Marfil una fábrica, en sociedad con la compañía social colombiana Conceptos Plásticos, que transforma a los residuos plásticos en ladrillos individuales fáciles de ensamblar para levantar escuelas. “Esta industria está frente a desarrollo de las soluciones perspicaces y escalables, donde los principales desafíos educativos que desafían los niños y las entidades africanas”, por lo que el potencial de esta iniciativa es triple, donde se pueden crear más aulas para la educación en Costa de Marfil, minimiza los desechos plásticos protegiendo y ayudando al medio ambiente y vías de ingresos extras para aquellas familias más vulnerables como medio de trabajo para su elaboración.
Costa de Marfil requiere 15.000 aulas para compensar las necesidades de los niños que no cuentan con un lugar donde aprender. Por lo que con el uso del plástico reciclado recogido en zonas contaminadas en Abidján y sus entornos, se edificarán 500 aulas donde se beneficiaran cerca de 25.000 niños en los siguientes, con potencial para incrementar la producción. Las aulas igualmente serán para 50 alumnos, la mitad de la cantidad media de estudiantes por aula que dominan en la actualidad las escuelas de Costa de Marfil.
Pero muchos expertos y críticos se preguntan ¿por qué plástico? Insinuando que la contaminación por este tipo de material es sumamente grave para los suburbios de las sociedades del país. La ONU, el trabajo inadecuado de estos desechos genera que el 60% de casos de diarrea, malaria y neumonía en los niños, malestares que sobresalen entre las importantes causas de mortalidad infantil de esta región. Al tapar alcantarillas y suministrar espacios para la cría para los mosquitos y otros tipos de plagas, los plásticos ayudan a la transmisión de estas enfermedades.
La Unicef considera que en Abiyán, se producen cerca de 280 toneladas de desechos diarios y se recicla solo el 5% de ellos.
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