Bajo una opinión funcional y práctica, el feng-shui es el estudio de todos los escenarios energéticos de un lugar donde la luz es una de sus características ambientales más importante, se encarga de proponer soluciones que faciliten el resurgimiento de situaciones favorables.
El uso del feng-shui en el hogar y personalmente se encuentra orientado en conseguir resultados en corto plazo, comprendiendo los espacios habitacionales, comerciales o laborales.
Los espacios que habitamos pueden sentir las vibraciones que se tramite de nuestros estados de ánimo, por medio de la percepción de emociones. Por lo tanto, esa conexión espiritual entre el espacio y nuestro ser puede que se produzca tras el ordenamiento o la destreza estética de los pisos, paredes, techos y demás componentes arquitectónicos.
Crear ambientes adecuados que consigan satisfacer las necesidades energéticas de un individuo, o un grupo familiar, puede garantizar el éxito de sus movimientos intelectuales y hasta sociales, por medio de un procedimiento integral que comprende aspectos emocionales y fisiológicos de un ser y su relación en la cotidianidad, es la forma de reorientar la conformidad en sus producciones sociales, laborales, efectivas y económicas.
El procedimiento de armonización de lugares usando el feng-shui se fundamentó en una serie de procesos que inician con el estudio energético, para después acondicionar el lugar para que fluyan de forma conveniente sin perturbarse y detenerse entre sí, más bien ajustándose a los mecanismos de funcionamiento progresivo del espacio y de aquello que lo habitan.
El feng-shui en el hogar aporta energía positiva
Una técnica fundamental para conseguir la armonización de los lugares de feng-shui es la disposición y reorientación de objetos: se inicia por la selección de colores según la vibración energética del lugar, por su situación cromática. Por lo que se debe considerar la composición estética del lugar como objetos y los colores.
Esto también puede suprimir los espacios con el fin de crear un ambiente libre donde fluya la energía vital y se añaden objetos que atenúen el ingreso de dicha energía y creen su movimiento dentro del ambiente que le rodea.
Un lugar armónico es aquel donde todos los muebles, objetos, artefactos, armarios, adornos, electrodomésticos, cortinas, tapices, entre otros, se encuentran situados en el lugar donde le corresponde y que puedan cumplir correctamente sus funciones, pero asimismo deben estar integrados de manera armoniosa al espacio, considerado sus características físicas como: tamaño, forma, textura, color y uso, que además permita una libre circulación. Los espacios poco agradables afectan no únicamente a quienes lo habitan, sino igualmente a quienes lo visitan y frecuentan.
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