Se piensa que los autos voladores son el futuro, pero la realidad de este sueño se ha convertido en un futuro restringido: la gran mayoría de los taxis y autos voladores jamás se comercializarán. Y ara muchos expertos en la rama es un excelente noticia.
Para nadie es un secreto que han soñado desde niño con tener su propio automóvil volador. O pedir un servicio de taxi que te lleve a donde quieras que vaya volando por arriba de los edificios.
Aunque en esta época la tecnología ya lo permite, y hemos visto drones voladores eléctricos e inclusive independientes. Todos estos ejemplares, ya han prácticamente terminados su evolución.
Pero en realidad jamás llegarán a comercializarse, o usarse como pasajeros de manera regular. Y es una buena noticia. Y muchos se preguntan ¿Por qué?
Puede que un productor o una startup hayan trabajado por largos años, lo que será un automóvil volador que tenga la capacidad de despegue de forma vertical como un helicóptero, listo para trasladar pasajeros. Pero entonces es cuando deben afrontar sé al verdadero obstáculo: la certificación.
Lillium es una corporación que ha desarrollado un taxi volador que puede despegar de forma vertical. Tiene una capacidad máxima para 7 pasajeros.
Para que consiga poner en marcha una asistencia comercial de transporte de este tipo se requiere de una certificación por parte de las dos principales jurisdicciones de vuelo: en primera instancia teneos a la Federal Aviation Authority (FAA) norteamericana, y la Agencia Europea de Seguridad Aérea mejor conocida como EASA. El inconveniente es que esta certificación tiene un precio de 1.000 millones de dólares.
Cómpralo al mejor precio
La gran mayoría de las startups que están por adquirir este tipo de automóviles no tiene a su alcance 1.000 millones de dólares para comprar la certificación, así que jamás llegarán al mercado.
Por lo que es imposible que alguna compañía las compre o realice una inversión de certificación, y pague estos tipos de títulos. Pero muchas jamás lo conseguirán.
¿Qué es la certificación de vuelo, y por qué vale tanto?
Se fundamenta en una serie de rigidísimas pruebas y test de elaboración y un examen de vuelo que la FAA y la sociedad EASA deben realizar, para certificar que el automóvil volador es totalmente seguro para el uso diario de transporte de pasajeros.
Son exámenes de pruebas que comprometen miles de horas de vuelo y con relación a diferentes condiciones. Asimismo de miles de ajustes en los procedimientos de fabricación. Por lo que puede tardan años en terminar la certificación.
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