Tras las fuertes actividades humanas, entre ellas el turismo y la sobreexplotación de recursos, han dejado una amenaza directa para los hábitats subterráneos y su abundante biodiversidad, según los expertos que han observado por varios años estos cambios, donde además se ha desconocido los puntos de las intervenciones de conservación empleadas son efectivos.
El grupo de expertos propone una ruta para mejorar las gestiones de conservación en los hábitats subterráneos de todo el mundo, con el propósito de que sean «más efectivas, prácticas y en especial duraderas». Las pocas evaluaciones llevadas a cabo se han concentrado en los paisajes exóticos, como las cuevas terrestres, los murciélagos y otros artrópodos, pero las técnicas de más difícil acceso, como grietas, los métodos anquialinos (concavidades terrestres con conexión al mar por medio de canales subterráneos) y las grutas marinas han seguido estando «inexploradas y casi que desprotegidas».
Tampoco se ha considerado favorable la protección de las plantas y los microorganismos (arqueas, bacterias, hongos unicelulares y hasta los virus) que igualmente los habitan y tienen una función fundamental en los hábitats subterráneos, según los miembros de la investigación.
Entre las amenazas, las más analizadas son la contaminación, la alteración debido al turismo y el cambio del ecosistema, han indicado los científicos, que han observado que además existe una falta información sobre las consecuencias del cambio climático, donde las especies exóticas, los patógenos y sobre todo la sobreexplotación.
Hay evidencias de estudio
El trabajo deja como evidencia una protección geográfica desigual del conocimiento sobre las interposiciones de conservación entre el norte (paleártica y neártica), que fueron las más estudiadas, y las del sur (afrotropical e indomalaya), que han sido poco analizadas.
Cerca del 6,9% de los hábitats subterráneos ya conocidos se encuentran bajo algún tipo de espacio protegido a nivel internacional, y la mayoría de esos territorios están protegidos porque se hallan dentro de un espacio protegido establecido para especies o hábitats que habitan en la superficie, ha indicado Pallarés.
De esta forma, los autores piensan que es relevante «valorar hasta qué punto las zonas protegidas en la superficie ayudan a la conservación de los hábitats que se hallan debajo».
Dejar una respuesta