Calculan el aumento de la acidez del mar en Baleares

Un grupo del CSIC estudia la acidez del mar balear utilizando inteligencia artificial. La investigación utiliza el programa ‘machine learning’ para determinar la disminución del pH, que está afectando la biodiversidad marina.

Los gases del efecto invernadero, en especial el dióxido de carbono (CO₂), no solo incrementa la temperatura general, sino que igualmente afectan concisamente al mar, modificando su equilibrio químico. Hace varios años, se conoce que los océanos toman parte del CO₂ presente en la atmósfera, lo que genera un aumento de la acidez del agua.

Actualmente, un grupo interdisciplinar del Consejo Superior de Investigaciones Científica (CSIC) ubicado en Islas Baleares ha dado a conocer el primer control de acidificación en la zona costera del mar Balear para explicar los efectos del cambio climático en zonas costeras del archipiélago. El objetivo principal de la investigación se ha concentrado en reconstruir cadena temporales parciales de pH relevantes por medio del uso de métodos de inteligencia artificial.

Inteligencia artificial para estudios naturales

Los datos, publicados a través de la revista Scientific Reports, indican que estas zonas costeras revelan una tendencia de deducción del pH (acidificación) con un valor de 0.0020±0.00054 unidades de pH anuales. Esta tendencia es conforme a la observada en otros lugares del océano, este cambio se debe, especialmente, a la asociación del CO₂ atmosférico en el agua de mar y el aumento de la temperatura.

“La deducción del pH del agua de mar es debido al CO₂ en la atmósfera e implica en importantes cambios con un gran impacto sobre el medio ambiente marinos. La acidificación oceánica, por ejemplo, genera una caída de los niveles de saturación sobre los minerales carbonatados, lo que incrementa los problemas en la formación de caparazones para especies marinas, calcificadores (moluscos, plancton, equinodermos y corales). Por lo tanto, medir cómo el pH ha ido cambiando en estos lugares es clave para definir el problema”, expone Iris E. Hendriks, científica principal del proyecto que labora en el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados.

Esta labor forma una valiosa contribución para comprender el rol de las zonas costeras y los efectos sobre el medio ambiente presentes ante el cambio climático.

La investigación ha formado un gran esfuerzo estratégico que inicio en el 2018 con los datos actuales de pH, en ese momento junto a otras variables (salinidad, temperatura del agua, y niveles de oxígeno diluido), en las fases de monitorización de la red (BOATS) en la ensenada de Palma y parte del Parque Nacional marítimo y terrestre del archipiélago en Cabrera, indicaron el tipo de daños que conlleva dificultades económicas, riesgos meteorológicos, expansión en zonas de alta circulación naviera, fallos instrumentales entre otros.

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