El cambio climático sigue trayendo una serie de consecuencias que se ha dejado ver en las aguas del territorio australiano. Pero no es solo este hábitat oceánico el que lo está siendo dañado.
El cambio climático ha hecho de Australia una de sus víctimas más obvias. Iniciando por la Gran Barrera de Coral, las biosferas australianas están soportando las consecuencias de un procedimiento trágico sobre el que se ha concentrado una nueva investigación que ya fue publicada.
Australia, un lugar de temperatura variable
Este hermoso país oceánico ha pasado a ser un medio donde los cambios de clima se juntan a los fenómenos atmosféricos extremos, llevándonos a un jaque, donde la capacidad natural para que los ambientes pueda regenerarse.
Una realidad que está en peligro la vida de la flora y fauna en uno de los sitios climáticamente más cambiante del mundo. El colapso diferentes especies silvestres, la disipación local de especies indígenas, el desgaste casi que total de ecosistemas antiguos, y el desarrollo de comunidades ecológicas jamás vistas con anterioridad, irrumpidas por nuevas especies de plantas y animales, son tan solo varios ejemplos.
El incremento de la temperatura con variación de 1° C desde el inicio del siglo XIX, o apreciaciones más cortas entre las temporadas de calor intenso y casi que extremos, y las épocas de lluvias, han generado que inclusive los ecosistemas que están adaptados a los cambios extremos y la variabilidad natural tengan espacio por su supervivencia.
Los cambios catastróficos más recientes de los hábitats australianos
El cambio climático se está generando de forma gradual y muchos de sus daños se están viendo poco a poco. Pero no sucede así en todos los escenarios. Aunque Australia es el ejemplo más evidente y así se ha deseado mostrar en esta investigación donde se muestra hasta 6 ejemplos donde los hábitats locales que han tenido un cambio notorio.
Desde precioso bosque saturado de algas hasta céspedes de algas acuáticas luego de una ola de calor marina única en el 2011; la progresiva pérdida de los refugios de Gondwana tras los incendios forestales generado por tormentas eléctricas en el año 2016; el daño total de los bosques inundables por el río Murray luego de la sequía del milenio percibida entre los años 2001-2009 y el cambio de bosque alpino a una especie de matorral luego de los incendios desde 2003 hasta 2014 y la caída de nivel comunitario en lugares áridos luego de las lluvias extremas del 2011 y 2012.