Los bosques son parte del mundo y cada tipo tiene su propósito, como vemos, el suelo del bosque tiene la capacidad de absorber el agua como una esponja y la cede progresivamente a las vertientes.
Igualmente, las copas de los árboles suavizan la velocidad del viento, una acción de erosión. La red integrada por las raíces retiene el suelo frenando su arrastre.
Resulta además que la temperatura del suelo es variable según la zona. En parte donde hay sombra producida por las copas tienen suelos frescos y húmedos la mayor parte del tiempo.
Igualmente, la presencia de árboles interviene en los linderos. Las capas de rompevientos minimizan la velocidad del viento, resguardando flores y frutos, aunque estos se han visto dañados con el paso de los años y el cambio climático.
¿Por qué se da la disminución de los bosques?
En los bosques se origina, en forma natural, ciertas perturbaciones. Por ejemplo:
- Quemas originadas por los rayos. El fuego, cuando comprende zonas mínimas, puede estimular la reproducción de otras especies.
- El desplome de los árboles ayuda a que llegue más luz solar al suelo y deja espacio a hierbas y arbustos que la requieren. En ellos se sitúan diferentes insectos y otros tipos de animales.
- El fuego, igualmente, consume troncos y ramas que no han sido transformados por los microorganismos. Así, se originan cenizas que reponen al suelo ciertos minerales.
Una realidad completamente opuesta y grave ha sido la destrucción de un bosque que se ha dado de forma rápida. Representa una catástrofe ambiental y la disipación irrevocable de especies vegetales y animales.
Cada año, cerca de 17 millones de hectáreas de bosques son destruidos. Y los humanos somos los causantes de esta espantosa pérdida. Las causas son:
Uso de tierras para cultivar o la cría de ganado y así suministrar a una población alimentos. Para sustituir el suelo agotado por su uso intensivo, se queman o talan bosque.
Para el uso de la madera de forma industrial y como leña para combustible: la insuficiencia de leña sube cada año, exigiendo a la población rural a utilizar cada vez más tiempo en recolectarla.
Otras veces se sustituye la leña quemando ciertas cosechas o estiércol, en vez de reintegrarlos al campo. Privando a la tierra de abono natural, bajando la producción de alimentos.
Contaminación de los ríos que cruzan los bosques con residuos de industrias y minas. Humos de las fábricas que contaminan la atmósfera dañando la vegetación.
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