Durante varios años se ha tomado el Día de la Madre Tierra, como el día perfecto para crear conciencia y hacer que las personas reflexionen sobre lo que se puede hacer para proteger este asombroso planeta que habitamos y tomar acciones concluyentes para el futuro. Celebrado desde 1970 en Estados Unidos, es un hecho constituido por la Red del Día de la Tierra, cuyo propósito es crear el mayor movimiento climático del mundo.
Gran emergencia global
Este año la conmemoración del Día de la Madre Tierra concuerda con todas las miradas establecidas en la pandemia mundial generada por la COVID-19. Aunque como certifica António Guterres Secretario General de Naciones Unidas, habitamos en una gran emergencia global que requiere de gestión colectiva: una gran crisis ambiental que debemos enfrentar con decisión para resguardar nuestro planeta de lo que por años lo ha amenazado el cambio climático. La conservación ambiental es una meritoria arma en la lucha ante las pandemias. Los sistemas ecosistémicos y el amparo de la biodiversidad son componentes claves para sembrar un futuro más resiliente, seguro y sostenible para toda la humanidad.
Hay sociedades creadas para dar este apoyo siendo pioneros ante la gestión privada en relación con temas ambientales y cambio climático. Trabajando activamente para disminuir los impactos adversos sobre el ecosistema, brindando productos y servicios que den inicio al desarrollo de una economía razonable. Por ello, se desea establecer una estrategia climática con deseosos objetivos de disminución de emisiones en materia de economía circular, subsistencia de la biodiversidad y disminución de la huella hídrica.
¿Cómo calculamos nuestra huella de carbono?
Muchas entidades han tomado gran parte de su tiempo para dar a conocer la importancia de la huella de carbono. Comenzando en 2009 empresas han calculamos la cantidad de emisiones de gases del efecto invernadero emanadas de las actividades a nivel mundial, con la propósito de reducir la huella de carbono por medio de un uso más eficaz de la energía. Sabemos que no lograremos considerar un distribuidor de servicios o infraestructuras que se a de bajas emisiones si no que actualmente grandes compañías se ha fijado metas deseosas para reducir la huella de carbono que nosotros mismo creamos.
Con el foco prioritario de la sociedad en la promoción, reconstrucción y gestión de subestructuras sostenibles, se enfoca en una estrategia climática que se encuentre orientada a la acción ambiental comprometido desde un punto de vista preventivo, tomando en cuenta el desarrollo de acciones para la disminución de la huella de carbono.
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