Posiblemente no sabías que todas las casas pierden dinero gracias al calor que se escapa de ellas. Lo que presume un inconveniente energético. Hagamos un ejemplo mental. Imagina tu casa interior. Bien, llénala mentalmente de agua hasta que esta invada del suelo al techo, empape el interior de los muebles, y todas las habitaciones.
Pues, crees que el agua permanecerá quieta, pero no esta se filtrara por pequeñas grietas, bajo la puerta de la casa, por las ventanas, posiblemente la observa las paredes.
Pues la energía se escapa de una manera similar de tu casa. Y demasiado rápido.
¿Por qué pierdo frío o calor una vivienda?
De manera similar a como se filtra el agua en el ejemplo presentado, el calor se filtra de tu vivienda especialmente desde la época de invierno, y se colará en tu vivienda en verano. Esto es gracias a que el calor (calor demuestra cómo de rápido se sacuden las partículas) terminando transmitiéndose unas con otras.
Imagina a una veintena de patinadores parados en mitad de la pista de hielo, y luego un patinador más marchando rápido directamente hacia ellos. Del impacto, sedera parte de su velocidad al patinador con el que impacte, frenando, y estas se desplazaran hasta que hallen otro objeto para frenar, acelerando cada vez que avanza. El resultado es conforme a la rotura o lanzamiento en el billar.
Las moléculas realizan lo mismo que el ejemplo de lo patinadores y las bolas en el juego de billar, aunque el vacío existente entre los átomos. Entre más rápido circules, más calor y más energía cederán al impactar contra otras moléculas. Entre menos velocidad, se apreciara más frío. Calentando una casa con un calefactor transformando el gas natural o electricidad en una especie de movimiento de las átomos por toda la vivienda.
El radiador, habitualmente metálico, cede energía por radiación. De esta manera que un hierro al rojo hace que sintamos una especie de hormigueo en la piel, pero cuando se está a una temperatura más bajas (que nos imposibilitan ver el calefactor como un cuerpo de metal fundido).
Pero a medida que se va calentando el aire y las paredes de la vivienda, la mayor parte de ese mismo calor que estamos cediendo al interior se pasa por las paredes por un tercer procedimiento de transmisión de calor llamado: la conducción. Esta se genera cuando un cuerpo caliente choca con uno frío. Las partículas más calientes, aquellas que tienen más energía, van cediendo hacia aquellos que tienen menos (fríos).
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