La vida silvestre debe ser conocida como el medio integral donde se hace énfasis en la deforestación continua, la desintegración de los bosques y lo que ha generado el cambio climático. La expansión de la fauna silvestre, el aumento de la población y su diversidad resultan y alteran la productividad y la reproducción de los bosques. Las funciones y valores socioeconómicos de la vida silvestre deben imaginarse como parte de un grupo regional de criterios e itinerarios, ya que los puntos de vista de la vida silvestre son esenciales para gobernar, monitorear y justipreciar el procedimiento forestal sostenible.
La vida silvestre y el sector alimentario
Como sabemos, la vida silvestre cuenta con un papel fundamental en la alimentación, por lo tanto, en la riqueza nutricional de una persona, principalmente en los países en desarrollo donde el hambre y la desnutrición son un grave problema. Afectando la vida silvestre, socorre rectamente a la seguridad alimentaria de los domicilios rurales y urbanos por medio del consumo de carne de caza. Considerando que esta carne es parte fundamental de la dieta y una fuente rica en proteínas de origen animal, principalmente para las personas que habitan cerca de bosques y áreas de barbecho.
La vida silvestre igualmente puede influir negativa o positivamente en los medios de producción de alimentos. Ciertas especies silvestres logran tener una función significativa en la difusión de semillas, la polinización y sobre todo como fertilizantes. Considerándose que ciertas especies de mamíferos, como el babuino, esparcen las semillas de aquellos árboles frutales. Por otro lado, ciertas especies de animales silvestres, tiene como propósito ser intermedios de parásitos y enfermedades, a los seres humanos y animales como el ganado.
Asimismo de su valor como alimento, la vida silvestre domina otras funciones fundamentales, por ejemplo, suministra oportunidades, generación de ingresos a través de empleos.
Igualmente, tienen un rol en el bienestar físico, y hasta cultural de los humanos, siendo una fuente de alimentos, lo cual es vital para la seguridad alimentaria. En el comercio de carne por medio de la caza y de productos procedidos de animales silvestres, así como las fábricas fundamentadas en la fauna silvestre, contribuyen considerablemente a la seguridad alimentaria del hogar al crear recursos financieros que se consiguen utilizar directamente para adquirir alimentos y mejorar los métodos de producción alimentaria.
Los productos procedidos de la fauna silvestre ayudan a las economías locales, gracias a se usan en la localidad para elaborar prendas de vestir o se remiten y exportan para su transformación en otros tipos de productos de piel más trabajados.
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