Puede el cambio climático afectar la agricultura en el futuro

Se ha considerado que el aumento de las temperaturas y el CO₂ consiguen ser útiles para los cultivos. Pero el incremento de las temperaturas igualmente acelera la evapotranspiración de los suelos y las plantas y se requiere de suficiente agua para que cualquier zona de cultivo prospere.

En los territorios donde los recursos hídricos se han visto limitados, y donde el cambio climático ha dejado un fuerte impacto, se considera que la producción agrícola es decadente, el incremento de los fenómenos meteorológicos excesivos como tormentas e inundaciones severas, el estrés térmico y la presencia de enfermedades y de plagas.

Desde cierto punto de calentamiento y principalmente por arriba de un incremento de 2 °C en las temperaturas medias a nivel mundial,  la adaptación se ha hecho más compleja y cada vez es más costosa. En las naciones donde las temperaturas ya son considerablemente altas, como se aprecia en Asia meridional o el cinturón del Sahel en África, el incremento de las temperaturas suele tener un efecto más directo en los cultivos que son pocos resistentes al calor, como por ejemplo el trigo.

Si no se crean soluciones, la deducción del rendimiento de los cultivos, principalmente en las zonas con mayor inseguridad alimentaria, inducirán a que más personas llegue a la pobreza. Se piensa que para el 2030, alrededor de 43 millones de personas pueden caer por debajo de la línea de la pobreza extrema solo en África.

¿Cómo adaptar la agricultura al cambio climático?

Expertos explican que es posible la disminución de las emisiones si se incrementa la resiliencia, aunque para poder realizarlo se requiere de importantes cambios económicos, tecnológicos y sociales. Existen ciertas estrategias importantes:

Usar el agua de una forma más eficaz, en composición con políticas para formalizar la demanda. Crear más estructura de riego que posiblemente no sea una medida si el futuro suministro de agua se vuelve más insuficiente para suministrar los sistemas de riego.

Cambiar a cultivos que requieran menos agua. Los productores de arroz deberían de cultivar productos como legumbres o maíz, que necesitan poca agua. Si toman esta medida ayudarían igualmente a disminuir las emisiones de metano, debido a que el arroz es una de las importantes fuentes de emisiones agroalimentarias de este componente nocivo.

Mejorar y mantener la salud del suelo. Esto es de gran importancia. Incrementar el carbono orgánico en el suelo le ayuda a retener el agua y ayuda que las plantas crezcan sanas. Esta medida aumenta también los nutrientes y así se evita el uso periódico de los fertilizantes químicos, que forman una fuente de emisiones.

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