Las negociaciones para la protección de los océanos para el 2030 comenzaron oficialmente en 2018, cuyo objetivo principal era tener un convenio para 2020, pero sus objetivos se vinieron abajo tras la fuerte pandemia de la covid-19, donde no hubo más nada que hacer y retrasar todo el procedimiento. Actualmente, la meta es contar con un nuevo acuerdo, algo inviable a luego del fracaso de estas últimas negociaciones.
Según la opinión de Greenpeace, si para este 2023 no hay tratado, es posible ser muy difícil cumplir con los planes para proteger un 30% los océanos para 2030, un límite que se han fijado por diferentes países y científicos que consideran el mínimo esfuerzo necesario para permitir que los hábitats marinos se restauren de la presión a la que están sobrellevando.
Importantes amenazas para el mar
El cambio climático, la contaminación diaria y el uso de nuevas tecnologías han hecho del fondo de los mares una minería, según los expertos, las importantes amenazas para el mar, que presume dos tercios de los océanos en total.
La desilusión de estos convenios ya se pronosticó el pasado mes de julio luego de la Conferencia de Lisboa, donde se habla de los océanos que termino sin compromisos ni metas fijadas. La conocida ‘Declaración de Lisboa’ presentada, según Naciones Unidas, se basa en la «voluntad a nivel mundial» por progresar en la protección de los mares, pero reconoce la «desilusión colectiva» para cumplir ciertas de las metas frente al Objetivo de Desarrollo Sostenible titulado como (ODS) 14 que tenían fecha de extinción en 2020, donde la mera es proteger los ecosistemas costeros y marinos y terminar con la pesca ilegal, no notificada y no regulada.
Los puntos importantes de este Tratado, legalmente a nivel internacional, persisten en los recursos genéticos oceánicos, incluyendo las cuestiones como la comercialización de beneficios. Asimismo, debe considerarse las medidas como instrumentos de gestión, apreciaciones de impacto ambiental, la instauración de conocimiento y la entrega de tecnología marina.
Los océanos conservan la vida en la Tierra, pero por varios meses, la autoproclamada High Ambition Coalition ha demostrado suficiente codicia o urgencia para salvar el mundo y sus mares. Como efecto, no han logrado cerrar un Tratado Global de los Océanos que preserve las aguas internacionales.
Aunque no se ha cumplido con toda la responsabilidad, debido a que otros países han sido voluntariamente obstructivos, pero la falta de suspensión de un Tratado en estos diálogos pone en riesgo los medios de seguridad y subsistencia alimentaria de millones de personas a nivel mundial.
Dejar una respuesta