Durante el año 1970, la Unión Soviética fue la primera nación en dar inicio a la pesca industrial de este tipo de crustáceo. En los últimos 10 años, su demanda se ha lanzado y la producción ha ido aumentando de 104.000 toneladas en la época del 2001 a 512.000 para este 2022, lo que está causando preocupación con base a la sostenibilidad de esta industria.
Últimamente, se ha presenciado con inquietud una concentración de acciones de pesca de kril que han llevado a cabo una mayor parte de sus capturas en ciertas zonas vecinas a la costa.
La CCAMLR debe establecer medidas para garantizar una pesca segura que no presente problema a espacios de alimentación de los depredadores de kril, como los las ballenas y los pingüinos, indico la directora de la fundación Pew Bertarelli Ocean Legacy en la Antártida Andrea Kavanagh.
Alteración en la cadena alimenticia
La pesca industrial y concentrada de kril ha soportado un impacto importante sobre el Antártico. Se está originando un alto nivel de capturas de ballenas jorobadas y otros tipos de especies que no son de consumo, haciendo de esta una actividad pesquera que está dañando el ecosistema, terminando con grandes grupos de fauna importantes de la región que se sustenta de kril. Actuales investigaciones indican que el kril antártico cumple un papel significativo en el ciclo del carbono terrestre y su cantidad en el medio ambiente no es valiosa exclusivamente para la fauna salvaje local, sino igualmente para todo el mundo.
Es necesario que la Comisión para la Subsistencia de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR) se encuentre al mismo nivel del reto y cumpla su cometido de dejar una perspectiva de gestión ecosistémica precautoria, expuso Emily Grilly, comprometido ante la asociación de la Conservación Antártica en WWF.
Se ha indicado que hace diez años la CCAMLR se había autoimpuesto para determinar una red de zonas marinas protegidas en el territorio. Hasta la fecha únicamente se han aceptado dos AMP, y la CCAMLR empuja desde hace años grandes problemas para alcanzar el pleno consentimiento de sus miembros en relación de la introducción de defensas adicionales. Esto afecta igualmente a tres hipótesis de AMP de gran extensión que han sido objeto principal de discusión y convenio durante años. En la actualidad, casi todos los integrantes de la CCAMLR apoyan el desarrollo de estas AMP.
La mayoría de los integrantes de la CCAMLR están preocupados por cómo se usa la norma del consentimiento para bloquear los programas sin posibilidad de llevar a cabo un debate abierto y honesto y querer llegar a compromisos para conseguir una solución unificada. Urge hallar formas de salir del actual aprieto. Que la sociedad CCAMLR fracase no es una iniciativa. Estamos frente a un juego decisivo para nivelar el mundo.
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