El desabasto consumo de gasolinas desde el comienzo de este año a nivel mundial, ha asociado los altos precio económicos y ambientales relacionados con la propagación de automóviles con motores de combustión interna, han tomado en cuenta que muchas personas giran la mirada hacia los automóviles eléctricos como una nueva alternativa.
Curiosamente, como cuenta José de la Herrán experto en ingeniera en su libro El auto eléctrico, un procedimiento indispensable, este tipo de automóvil que trabaja con gasolina y diésel, pues los modelos iniciales experimentales que trabajaban con corriente se crearon en Europa durante el siglo XIX.
Aunque diferentes causas frenaron la carrera del automóvil eléctrico. Entre ellas, las contribuciones de los ingenieros germanos Nicolaus Otto y Rudolph Diesel, que se motivaron a inventar individualmente el primer motor de explosión de 4 tiempos y el primero en trabajar con diesel como medio de combustible.
Otro agente que retrasó el avance del automóvil eléctrico fue la insuficiente difusión de las redes eléctricas en aquel tiempo, mismas que se popularizaron hasta el siglo XX por medio de líneas de alta tensión.
En la actualidad el petróleo ha comenzado a agotarse y se conocen los resultados de la quema de combustibles de origen fósiles indicando la contaminación ambiental llevándolo a enormes ciudades y afectando al cambio climático, parece que es el momento justo para que el automóvil eléctrico recobre al menos parte de su espacio perdido.
El inconveniente es que, si bien diferentes compañías automotrices han presentado últimamente al mercado diferentes modelos eléctricos (varios disponibles en México), el alto precio de estos y la transitoria infraestructura histórica para recargar sus baterías de forma rápida, eficaz y económica, forman una gran limitante.
Ante esta perspectiva, investigadores del Instituto de Ingeniería (II) UNAM han desafiado no solo por el progreso de tecnologías adecuadas para automóviles eléctricos y hasta híbridos, sino igualmente al diseño y creación de sistemas de almacenamiento y reproducción de energía para poder abastecerlos, como las cámaras de combustible que son a base de hidrógeno.
A nivel internacional, el automóvil eléctrico es el futuro
De hecho, hay naciones europeas como Suecia, Noruega y Holanda que ya determinaron que hacia 2025 sólo lograrán comercializarse este tipo de automóviles en su territorio, interpreta Germán Carmona Paredes, maestro y experto en tecnología.
La Coordinación de Mecánica e Ingeniería deduce que aun cuando se encuentre en desarrollo incesante la tecnología basada en la combustión de hidrógeno, las principales apuestas a nivel investigación insinúan el uso de este componente para producir la electricidad que requieren los automóviles eléctricos.
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