La Unión Europea ha conseguido un escenario acelerado de cerca del 75 por ciento de comercializaciones de autos eléctricos para 2030, tendrá extensiones para toda la cadena de valor y el medio de los automóviles eléctricos. Comparablemente, la industria automotriz debe descarbonizar todo el ciclo de vida de los automóviles para acercarse la misión de cero emisiones netas.
Los actuales vendedores de autos tienen que modificar la producción de los mecanismos de los coches con motor de combustión interna a los eléctricos. Se supone que Europa tendrá que crear cerca de 24 nuevas gigafábricas de baterías para dar cavidad a la demanda local de baterías para autos eléctricos de pasajeros.
Con cerca de 70 millones de autos eléctricos en el camino, la industria tendrá que apostar por un número de cargadores públicos y facilitar operaciones de sustento. La elaboración de electricidad renovable debe incrementar un 5 por ciento para compensar la demanda de carga de los autos eléctricos. Por lo tanto, las emisiones de la producción de autos eléctricos con baterías deben bajar, ya que esto tipos de autos poseen en este momento un 80 por ciento más emisiones en la fabricación que los automóviles con motor de combustión interna.
La electrificación generará un cambio significativo en toda la cadena de suministro del vehículo
La transformación de la producción del automóvil hacia la electrificación trastornará toda la cadena de abastecimiento y generará un cambio demostrativo en el tamaño del mercado de los equipos automovilísticos. Los dispositivos para la electrificación, como las baterías y los elementos para la transmisión eléctrica, y para el manejo autónomo, como los sensores de localización de luz y (LiDAR) y los sensores usados como radar, representarán posiblemente cerca del 52 por ciento del volumen total del mercado en 2030.
Los elementos que solo se usan en los automóviles con motor de combustión interna, como las difusiones convencionales, se estima que los motores y los procedimientos de inyección de combustible, notarán un importante descenso hasta conseguir el 11 por ciento para el 2030, cerca de la mitad de lo que fue en el 2019. Un cambio tan contundente obligará a los constructores tradicionales de autos a adaptarse rápidamente para indemnizar la disminución de sus ingresos.
El volumen de la perturbación será revelador: según la Facultad de Investigación Económica (Ifo) de Múnich, cerca del 100,000 puestos de trabajo se modifican en la industria automovilística germana para 2030.
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