Después de una investigación en el que ha participado, el CSIC conmemora que quitar las piedras del suelo para dar forma a una estructura es práctica, es perjudicial para el medio ambiente, gracia a se destruyen hábitats fundamentales para la supervivencia de muchas especies y los cuales dependen de ellas.
Las piedras reunidas presumen daño para la biodiversidad
A ciencia cierta, en algún tiempo de nuestras vidas, al recorrer las veredas de espacios naturales, se han visto apartadas piedras colocadas unas encima de otras, creando curiosas estructuras. Tomando en cuenta la región donde las hallemos, el significado y uso logra variar; sin embargo, no su impacto perjudicial para la biodiversidad.
Así lo ha estimado un equipo internacional de expertos, entre los que participaban miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que anuncian que el acopio de piedras inquieta a varias especies vegetales y animales, algunas de las cuales están en peligro de extinción.
Según el estudio publicado a través de la revista Human-Wildlife Interactions, este tipo de estructuras modifica el ecosistema de especies vegetales y animales, que utilizan las rocas como refugio o dependen de las situaciones de microclima relacionadas con ellas.
En sitio de Latinoamérica estas rocas se conocen como Apachetas y, asimismo, de marcar el camino, o como ofrenda para los dioses de la montaña.
Las rocas son de vital importancia para los ecosistemas
Las rocas aisladas aportan condiciones específicas de temperatura y sobre todo de humedad que son puntos clave para especies como caracoles, insectos y arañas, y las piedras influye en la dinámica que usan las especies, cono, depredadoras y presas manifiestan desde el CSIC.
Otro estudio llevado a cabo por ecologistas y funcionarios medioambientales de las Islas Baleares, siendo uno de los lugares donde se encuentra las estructuras, ha proliferado durante varios años un impulso del turismo natural, insinuó que este mismo impacto. En aquella misma investigación señalaron que inclusive las plantas lograrían verse afectadas cuando quedan al descubierto al quitar las rocas que las protegen.
Para investigadora del CSIC, Anna Traveset, que labora en el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, indica que esta es una “nefasta práctica” y posee un gran impacto más en las zonas áridas, debido a que son zonas donde las condiciones que crean las rocas son fundamentales para que muchas poblaciones de animales de diferentes especies puedan sobrevivir.
Ya que hay especies que dependen de estas rocas como refugio y, se propone a las personas que eviten dañar este espacio que es de conservación para la naturaleza animal y vegetal.