No hay nada mejor que sentirse a gusto en todo momento, por lo tanto, en un lugar es imprescindible la armonía; sin esta estaríamos incómodos, sintiendo como que nos falta algo para estar verdaderamente relajados en casa.
Cómo obtener un espacio armónico
Cuando se habla de la armonía de un lugar, se hace referencia a un principio esencial del diseño y de la conducción idóneo de energía que se produce entre cuatro paredes para conseguir que un lugar sea atrayente y habitable.
Cuando se entra a una casa se puede sentir la armonía, sientes como si estuvieras ingresado en un templo. Todo está situado en su lugar y a tu gusto. Por ejemplo, los muebles se encuentran distribuidos de una manera fácil y cómoda, la luz es apropiada, no está oscura ni molesta y existe un equilibrio en la decoración.
La armonía es acostarse en el sofá con una manta, y saber que todo tu lugar se encuentra en orden. Para lograr esa armonía debemos ser sensatos que es indispensable tener una excelente distribución, decoración e iluminación que alcance una relación directa contigo y con otros.
Al mismo tiempo, es importante que exista un equilibrio de tonalidades cromáticas, formas, texturas y una apropiada luminosidad del ambiente. Todos estos componentes son parte de una combinación que complementa entre si, ya que de forma individual no tendrían el resultado armónico deseado.
Para conseguir la armonía buscada se debe considerar varios aspectos.
Realismo del espacio
Siempre debes ser consciente del espacio con que cuentas. De esta manera, estaremos frente a una óptima funcionalidad y adaptación a los gustos de cada uno con cada lugar.
Estudiar los beneficios del espacio para conseguir la armonía buscada es importante a la hora de ordenar la casa.
Es preciso tener es equilibrio y así sacar provecho al espacio en cuestión. Conocer las prioridades personales nos hará imaginar y tener nuevas ideas.
Iluminación con armonía
La iluminación permite cambiar mucho la forma de percibir un lugar. Lo ideal es tener una luz natural y aprovecharla para intercambiar muebles, texturas, objetos y colores. Es aconsejable buscar aquello con lo que estamos a gusto en todo momento.
Una luz artificial fuerte puede recargar el espacio y crear un efecto inverso al que deseamos.
Si mantenemos la luz de nuestra estancia lograremos crear diferentes ambientes que dependerán del momento en el que lo usemos.
Control del espacio
Nunca se debe aglomerar ni recargar el ambiente y hacer que los objetos se vean en libertad. Esto dará amplitud y profundidad.
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